02/2/2020 De las tinieblas a la luz.

Cada uno de nosotros tiene una tarea clave que completar antes de emprender la lucha contra el mal: discernir la oscuridad en nuestros propios corazones. Jesús dijo: "Asegúrate de que la luz que tienes no sea realmente oscuridad". Lucas 11:35.

Para comprender todas las implicaciones de las palabras de Jesús aquí. Primero, tenemos que darnos cuenta de que Él sabe todo sobre el dominio de existencia de Satanás. Jesús estaba presente cuando los ángeles se rebelaron. Satanás se ha visto obligado a vivir en la oscuridad lejos de la presencia de la luz de Dios. Segundo, esta oscuridad no es física sino moral. Tercero, Satanás es libre de traficar sus esquemas y sembrar la destrucción en cualquier lugar donde se tolere la oscuridad moral. Puede buscar, invadir y prosperar tanto en los pequeños espacios que albergan la oscuridad en la mente de una persona como en los lugares grandes. Una actitud, una acción, una forma de pensar o una forma de vida son lugares posibles de oscuridad moral y,por definición de su oración, un lugar donde Satanás es libre de traficar, transportar y traficar maldad. Desafortunadamente, la mayoría de los creyentes compartimentan esta verdad y creen que esta oscuridad está más allá de ellos en algún otro reino.

La advertencia de Jesús a sus hombres no solo demuestra su visión de cómo el mal y la oscuridad pueden invadir la bondad y la luz de cualquier creyente, sino que también debería haber causado que los discípulos se detuvieran y reflexionaran sobre las implicaciones personales. Es una advertencia al hombre de Dios que retroceda, se mire objetivamente y haga las preguntas difíciles sobre los motivos detrás de por qué está haciendo lo que está haciendo por Cristo. Específicamente: se trata de mí o de Él.